Para ello, usaremos un CD de Ubuntu para usar una de sus herramientas: GParted, un muy buen gestor de particiones.
Para que arranque desde el CD, lo primero que haremos será entrar en la BIOS y cambiar la secuencia de arranque de nuestro ordenador: primero el CD y después el disco duro. Una vez hecho, guardamos los cambios y reiniciamos. Una vez iniciado UBUNTU, iremos a GParted y aparecerá una pantalla similar a esta:
En color gris tenemos nuestro disco duro sin tocar (espacio sin asignar); lo que tenemos que hacer es crear las particiones primarias que vamos a necesitar.
En nuestro caso, como hemos dicho, crearemos 3 particiones para los sitemas Windows y el resto del disco lo usaremos para Ubuntu. Para ello, podemos pinchar con el botón derecho en el espacio sin asignar y escogeremos "nueva partición".
Aparece una ventana como la siguiente donde podemos escoger el tamaño, el tipo de partición (primaria en nuestro caso) y el sistema de archivos NTFS. Finalizaremos pinchando en "ADD" (o AÑADIR).
Una vez tengamos todas las particiones creadas, recordemos que lo que queremos hacer es instalar cada Sistema Operativo en solitario, es decir, no queremos que se nos cree ningún gestor de arranque al instalar todos los sistemas operativos de forma habitual. Para conseguir esto, tenemos que entrar a las propiedades de las particiones creadas (botón derecho) y nos aparecerá una pantalla similar a esta:
En nuestro caso, marcaremos como "boot" la partición de 15 GB que será la de XP y el resto las marcaremos como "hidden".
Ya tenemos todo preparado para instalar nuestro XP.
Cuando queramos instalar otro sistema operativo sin que nos cree ningún gestor de arranque, tendremos que repetir la operación de entrar con Ubuntu (o similar) al Gparted, marcar como "boot" la partición que queramos y "hidden" el resto.
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